La industria de la explotación animal para fines
alimenticios, es una industria millonaria y sumamente competitiva, que opera
sobre la máxima de obtener la mayor ganancia económica, en el menor tiempo
posible y al menor costo, razón por la cual, cualquier método que sirva para
este propósito, resulta justificable. En este escenario, los miles de millones
de animales que nacen, cada año a nivel global, para fines alimenticios, son
sometidos a un dolor, angustia y sufrimiento terribles, incluso difíciles de
imaginar por la mayoría de las personas que los consumen, lo cual no es
casualidad. Esta industria ejerce su poder a distintos niveles, y por medio de
la publicidad nos reafirma la idea de que consumir animales está bien, que es
necesario y/o natural; nos transmite que sus productos unen a las
familias, y nos hace participar de la ilusión
de que sus animales pastan libremente en extensos terrenos naturales, y que son
tratados con respeto; e incluso podemos ver a caricaturas de animales, quienes
felices nos invitan a que los comamos (nada más irreal).
Imagen de publicidad de la industria láctea.
Dado que la mayoría de nosotros comenzó a consumir productos
animales a temprana edad, no como consecuencia de una elección libre, sino que
nos fue heredado (por tradición, costumbre, conveniencia, etc.) en base a la
errada creencia de que necesitábamos estos productos para gozar de buena salud
y al especismo imperante en la sociedad, nos acostumbramos a pensar que
consumir animales era lo normal y/o natural, y adquirimos el gusto por su
sabor; transformándolo en uno de los hábitos más arraigados y compartidos por
la generalidad. Y aunque todos sabemos que los animales deben morir para obtener,
por ejemplo, su “carne” (eufemismo utilizado para referirnos al cadáver del
animal); no solemos detenernos a pensar o reflexionar sobre esta incómoda
realidad, y preferimos pasarla por alto y pensar que la publicidad no se
equivoca.
¿Pero qué es lo que sucede
en realidad?
Cada año se producen miles de millones de animales a nivel
global para fines alimenticios (para hacerse una idea de la cantidad, se adjuntan las tablas de la FAO sobre el panorama mundial de la carne, productos lácteos y del pescado). Estos animales nacen, sea para convertirse en
carne, razón por la cual su valor está determinado por su peso (mientras mayor
sea su peso, mayor será la ganancia del explotador); o bien, para ser esclavizados durante toda su vida,
con el fin de obtener la mayor productividad (de huevos, leche, etc.). En esta
industria los animales son verdaderas mercancías, y en ningún momento se
considera su calidad de seres sintientes, sus intereses, su dolor, sufrimiento
o sus necesidades más básicas de acuerdo a su naturaleza y especie. Incluso
esta industria sabe que muchos animales no lograrán sobrevivir, y que morirán
en sus instalaciones debido a las terribles condiciones que experimentan en los
centros de explotación, pero estas” bajas” o pérdidas”, ya han sido consideradas
previamente, por lo que estos casos particulares no son relevantes, dado
que lo fundamental es la ganancia por el
total.
Información de la FAO.
Como consecuencia de lo anterior, se suelen adoptar métodos de
producción sumamente cruentos; prácticas que constituyen la regla general en
esta industria, y que tienen lugar a cada segundo, minuto, hora, día y año,
todos los años, en el mundo entero. La mayoría de los animales que consumimos
pasan por estos procedimientos, de manera que en ningún caso se trata situaciones
aisladas, sino de procedimientos estándar.
1.- Modificación genética:
Un procedimiento común a las diversas especies de animales
destinadas al consumo humano, es su modificación genética. Solemos desconocer
que la carne que consumimos proviene de animales bebés, cuyos cuerpos fueron
modificados genéticamente para crecer al máximo tamaño en el menor tiempo
posible, a fin de sacar el mayor provecho económico de sus cuerpos que, como
dijimos, se valoran de acuerdo a su peso. A modo de ejemplo, podemos señalar el caso de los
pollos, los denominados pollos “broiler” que se crían por su carne, quienes en
las explotaciones para engorde en confinamiento, son enviados al matadero ya a
las siete semanas de vida, cuando normalmente podrían vivir hasta 10 años.
¿Pero por qué crecen tan rápido? Esto se debe a que son alimentados con
fármacos acelerantes del crecimiento que los hace engordar a un ritmo equivalente
a que un niño de dos años pesara 158 kg.
Debido a la modificación genética, los animales sufren múltiples deformaciones estructurales,
apenas pueden mantenerse en pie al tener que soportar tanto peso, sus piernas
pueden incluso romperse, y su movilidad se reduce considerablemente, dado que
sufren de dolores articulares crónicos. Por eso cuando uno de estos animales
modificados genéticamente, es rescatado y
logra sobrevivir, es indispensable cuidar su alimentación y la mayoría de las
veces deben ser atendidos por sus diversos problemas estructurales. Lo mismo
ocurre con las aves seleccionadas genéticamente para que produzcan mayor
cantidad de huevos (una gallina “ponedora” puede llegar a poner 300 huevos al
año, cuando lo normal serían 30 huevos al año), las cuales suelen desarrollar retenciones
de huevos, que sus cuerpos y sus órganos no logran soportar.
2.- Confinamiento:
Si hay una razón por la cual la industria de la explotación
animal se esfuerza tanto por persuadirnos de que sus animales son felices y pastan
libremente a través de la publicidad, es porque lo que tratan de esconder es
realmente terrible. Los animales que nacen para fines alimenticios, en general,
son confinados en instalaciones en las cuales apenas pueden moverse y
desarrollar sus comportamientos más naturales y básicos.
Los pollos explotados, son recluidos en jaulas de batería,
jaulas en las que jamás podrán extender sus alas, voltearse con libertad,
reconocer a los demás individuos confinados, escarbar el suelo, pisar la hierba
o construir un nido. Los pollos que,
naturalmente, son seres muy sociables que se relacionan entre sí por jerarquía,
desarrollan en estos lugares comportamientos histéricos producto del
confinamiento, y suscitan peleas entre ellos, en que se despluman o incurren en
el canibalismo. Las jaulas no tienen siquiera una base sólida donde puedan
pararse cómodamente, la base también es de reja para que sus heces caigan y así
facilitar el retiro de las mismas por parte de los trabajadores; ello produce
heridas y deformaciones en sus patas, las cuales se enganchan con la reja, y
supone para ellas un verdadero martirio.
En cuanto a los cerdos, la mayoría de ellos (más de 100
millones) pasan toda su vida en confinamiento intensivo y no ven el cielo hasta
que son cargados en los camiones que los llevarán al matadero. Las cerdas son
puestas en jaulas de maternidad en las cuales no tienen espacio siquiera para
voltearse, razón por la cual muchas veces aplastan a sus hijos y no pueden
hacer nada para evitarlo.
Los terneros que son desechados de la industria láctea, y
que son separados de sus madres a poco tiempo de haber nacido para evitar que beban
la leche que por derecho les corresponde, y que es destinada al consumo humano,
son encerrados en unas pequeñas casetas en las cuales son mantenidos anémicos a
fin de conservar el color pálido de su carne, dado que estos bebés serán
vendidos como carne de ternera.
Fotografías We Animals.
Las vacas que denominan “lecheras” viven esclavizadas toda
su vida y son sometidas a sufrimientos terribles, toda vez que para producir la
leche destinada al consumo humano, son inseminadas artificialmente en varias
oportunidades, ello implica que tendrán un hijo, el cual les será arrebatado al
poco tiempo de haber nacido, experiencia sumamente dolorosa para la madre y aterrorizante
para el ternero. La madre demuestra frecuentemente sus sentimientos con
llamadas y bramidos constantes durante días después de ser apartada de su cría.
Muchas vacas se crían en interiores. Algunas viven en
establos individuales con el espacio justo para ponerse de pie o tumbarse. Su
entorno está completamente controlado: se les alimenta con cantidades medidas
de pienso, las temperaturas se ajustan para maximizar el rendimiento de leche y
la iluminación es artificial. Algunos granjeros han comprobado que un ciclo de
16 horas de luz y sólo 8 horas de oscuridad proporciona un mayor rendimiento.
La vaca ahora es una máquina de fabricar leche sometida a un control y un ajuste
extremos. Después de que le retiran su primer ternero, comienza el ciclo de producción
de la vaca. Se le ordeña dos veces al día, en ocasiones tres, durante diez
meses. Después del tercer mes, será preñada de nuevo. Será ordeñada hasta unas
seis o siete semanas antes del siguiente parto, y otra vez de nuevo tan pronto
como se le priva del ternero. Normalmente, este ciclo intensivo de gestación e hiperlactación
puede durar tan sólo unos cinco años, tras los cuales la vaca «gastada» se
envía al matadero para convertirse en hamburguesa o comida para perros.
Todos estos animales viven hacinados encima de sus heces y orina, expuestos a desarrollar infecciones y diversas enfermedades, y cuando
se enferman no reciben ningún tratamiento veterinario, por eso muchos de ellos
mueren y sus cuerpos se descomponen en las instalaciones junto a los animales
vivos. Y muchos de ellos también presentan heridas expuestas producto del roce
con las jaulas, los golpes, etc.
En lo que respecta a los peces, que suelen ser los animales
dotados de sensibilidad quizás más ignorados por los humanos, muchos de los
cuales ni siquiera parecen comprender que también son animales; éstos sufren
bastante en las denominadas piscifactorías, que son granjas intensivas de cría
de peces (moluscos o crustáceos) para producir a gran escala. Son sumamente
crueles, se aplican las mismas técnicas que en la ganadería industrial, las
instalaciones pueden ser jaulas o vallas metálicas sumergidas en agua dulce
(lagos y ríos) o en agua salada (mar adentro). En tierra firme pueden ubicarse
en embalses artificiales o en depósitos de cemento construidos en campos. Así
son criados cada año 120.000 millones de peces. Los peces que podemos encontrar
en mercados y restaurantes suelen morir de formas muy crueles y las
consecuencias para el medio ambiente son nefastas. Cada año, la industria
pesquera mata a más individuos que toda la industria ganadera junta. A los
peces capturados a través de los métodos de pesca industrial se les revientan
sus órganos internos cuando son sacados del mar. Muchos mueren asfixiados y aplastados
dentro de las gigantescas redes que los atrapan y amontonan.
3.- Mutilaciones sin anestesia:
Como dijimos al comienzo, esta industria pretende generar la
mayor ganancia al menor costo, y debido a esa razón producen miles de millones
de animales, que mantienen en condiciones terribles de hacinamiento en los cuales
están impedidos de desarrollar sus comportamientos más naturales y básicos.
Debido al hacinamiento, los animales desarrollan comportamientos “indeseados”
para los explotadores, comportamientos histéricos, violentos, incurren en
canibalismo, desarrollan movimientos estereotipados, estrés, etc., y para impedir
que estas conductas puedan generar pérdidas que afecten su negocio, se suele
incurrir en las siguientes prácticas cruentas:
- - Corte de pico en aves:
En la actualidad
se utilizan unos mecanismos especiales tipo guillotina con cuchillas calientes.
Se introduce el pico del pollito en el aparato, y la cuchilla caliente le corta
el extremo del pico. El procedimiento se lleva a cabo a alta velocidad, unas 15
aves por minuto. Tal rapidez significa que la temperatura y el filo de la
cuchilla pueden variar, resultando en cortes descuidados y lesiones graves para
el ave. Una cuchilla excesivamente caliente causa ampollas en la boca. Una cuchilla
roma o fría puede ocasionar el desarrollo de un bulto carnoso y bulboso en el
extremo de la mandíbula. Tales bultos son muy sensibles. El profesor de
zoología F. W.Rogers Brambell, señaló hace algunos años:
“Entre la
sustancia córnea y el hueso hay una fina capa de un tejido blando extremadamente
sensible, parecido a «la carne viva» de la uña humana. El cuchillo caliente
utilizado en la amputación del pico atraviesa este compuesto de sustancia
córnea, hueso y tejido sensible, causando un dolor intenso”.
- - Corte de rabo y descolmillado:
Cortar el rabo
se ha convertido en una práctica común para evitar que los cerdos se lo muerdan
cuando están recluidos. Cortan los rabos con alicates de corte lateral u otro
instrumento romo, esto porque la acción aplastadora ayuda a frenar la
hemorragia. La mentalidad del productor de cerdos se resume en las siguientes
palabras de uno de ellos: “¡Lo odian! ¡Los cerdos simplemente lo odian! Y
supongo que probablemente podríamos pasar sin cortarles el rabo si les diéramos
más espacio, porque no se vuelven tan locos ni tan malos cuando disponen de él.
Con espacio suficiente, son unos animales bastante agradables. Pero no nos podemos
permitir ese lujo. Estos edificios cuestan un montón''.
El descolmillado
se practica en cerdos recién nacidos, después de que se hayan amamantado del
primer calostro. Tras ese momento, normalmente tras las 6 horas de nacer, se
procede a cortar sus dientes con una herramienta llamada cortacolmillos que
tiene aspecto de alicates. Sin anestesia.
Fotografías Igualdad Animal.
- - Castración:
Se practica la
castración porque se piensa que los bueyes engordan más que los toros —aunque,
de hecho, parece ser que lo que hacen es sólo aumentar la grasa— y por miedo a
que las hormonas masculinas les hagan desarrollar manchas en la carne. También
resulta más fácil manejar a los animales castrados. La mayoría de los granjeros
admite que la operación provoca un shock al animal y que es dolorosa. Los
anestésicos no se suelen usar. El procedimiento que se sigue es el de sostener
fuertemente al animal y rajarle el escroto con un cuchillo, dejándole los
testículos al aire. Entonces se agarra cada testículo y se tira de él,
rompiendo el cordón que lo sujeta; cuando los animales no son tan jóvenes,
puede ser necesario cortar el cordón. Esto se realiza con los machos de
diversas especies.
- - Marcar a los animales con un hierro candente:
Un método muy
difundido es marcar a los animales con un hierro candente como protección frente
a las pérdidas de animales y a los ladrones de ganado (que todavía existen en
algunos lugares), y también para facilitar el conteo. Aunque las pieles del
ganado son más gruesas que las de los humanos, no lo son tanto como para
proteger a los animales del dolor que les produce el hierro al rojo vivo cuando
se les aplica directamente —habiendo sido esquilados antes— y se mantiene
encima durante cinco segundos. Para que esta operación sea posible, se tira al animal
al suelo y se le sujeta con fuerza. Como alternativa, se le puede meter en un
aparato llamado «squeeze chute» (pasillo del apretón), que consiste en una
jaula ajustable donde queda perfectamente encajado. Incluso así, el animal
suele saltar cuando se le aplica el hierro.
- - Corte de cuernos:
Se les quitan
los cuernos porque con ellos ocupan más espacio en el establo o al
transportarlos y pueden herirse unos a otros cuando se les embala
apretadamente. Los cuerpos magullados y los cueros estropeados salen caros,
pero los cuernos no se componen solamente de hueso insensible. Cuando se quitan
los cuernos se cortan también arterias y otros tejidos, lo que hace correr la
sangre, especialmente si el corte no se hace al poco tiempo de nacer el
ternero.
Fotografía PETA.
- - Asesinato de pollitos machos en la industria del huevo:
En la industria
del huevo los polluelos recién incubados son divididos en machos y hembras por un
«sexador de pollos». Puesto que los machos no tienen valor comercial, se
descartan. Algunas compañías gasean a los pequeños polluelos, pero es más
frecuente que se les arroje vivos a un saco de plástico donde acaban asfixiados
por el peso de los otros polluelos que caen encima de ellos. Otros son molidos,
aún vivos, para ser convertidos en pienso para sus hermanos. Es
imposible saber qué cantidad de aves sufre uno u otro destino concreto, ya que
no se hacen estadísticas: para los criadores, la muerte de estos polluelos machos
es como para nosotros sacar la basura.
4.- Transporte al matadero:
Es frecuente que los animales
pasen 48 o incluso 72 horas dentro de un camión, sin ser descargado. No todos
los transportistas dejan al ganado tanto tiempo sin descanso, alimento o agua, pero
algunos están más interesados en concluir pronto su trabajo que en entregar su
cargamento en buenas condiciones.
Es fácil que los animales que entran
por primera en su vida en un camión se sientan aterrados, sobre todo si los
hombres que cargan el camión les dan un trato apresurado y violento. El
movimiento del vehículo es también una experiencia nueva que puede ponerles
enfermos. Después de uno o dos días en el camión, sin alimento ni agua, los
animales están desesperadamente sedientos y hambrientos Si viajan durante el invierno,
los vientos bajo cero pueden provocarles fuertes enfriamientos; en verano, el
calor y el sol pueden contribuir a la deshidratación causada por la falta de
agua. Resulta difícil imaginar lo que pueden sufrir los animales con esta
combinación de miedo, mareo, sed, hambre, agotamiento y, posiblemente, graves enfriamientos.
Muchos de ellos morirán en el camino debido a estas terribles condiciones.
Fotografías Camilo Cuevas.
5.- Matadero:
En esta etapa, se producen los
actos más terribles e inhumanos que pueden existir, se puede resumir en una
frase señalada por Joby Warrik, a propósito de su artículo publicado en el
Washington Post en el año 2001: “Mueren pieza a pieza”. Porque aunque se supone
que los animales deben llegar ya muertos a la sala de despiece, con mucha
frecuencia no era así. Ramón Moreno, un trabajador de matadero que había pasado
20 años cortando los cadáveres de reses que llegaban a un ritmo de 309 por
hora, describió así el proceso: “parpadean, emiten sonidos, mueven la cabeza
con los ojos muy abiertos y mirando alrededor”. Aun así, Moreno cortaba.
Afirmaba que en un mal día, docenas de animales llegaban a su puesto vivos y
conscientes. Algunos sobrevivían hasta llegar al cortador de colas, al
destripador, al despellejador… “Mueren pieza a pieza”, dijo Moreno. Esto ocurre
con las diversas especies de animales de granja, con los pollos, cerdos, vacunos,
pavos, etc.
Hay registros de animales que
llegaban vivos al momento de ser sumergidos en agua hirviendo para proceder a
su desplume o sacar sus pelos, de manera que ya podemos hacernos una idea de lo
que sucede en estos lugares terribles. La presión por la eficiencia en el
asesinato de los animales, las extenuantes jornadas en que los trabajadores se
encuentran en fábricas atestadas con suelos cubiertos de sangre y grasa, genera
que los procedimientos sean descuidados y no cumplan su objetivo en cada etapa;
lo cual pasa a diario con millones de animales.
Conclusión:
Como hemos podido observar en
base a la información antes señalada, los animales destinados a la alimentación
son seres sensibles que, debido a nuestra responsabilidad y a nuestros gustos y
hábitos alimenticios, vienen a este mundo solo a sufrir; experimentan dolor
físico por todos los malos tratos, golpes, mutilaciones a los que son sometidos
sin anestesia, y también experimentan
dolor psicológico, debido al miedo, al estrés constante, al hacinamiento, a la
imposibilidad de poder desarrollar sus comportamientos más básicos y naturales,
de acuerdo a su especie. Las preguntas que surgen a raíz de lo anterior son
muchas ¿Merecen los animales que los usemos y tratemos de esta manera? ¿Es
necesario que consumamos animales? ¿Nuestro gusto culinario por los productos
animales justifica que hagamos de sus vidas un infierno? ¿Cómo nos sentiríamos
nosotros en su lugar?
La invitación es a actuar en
consecuencia con nuestros valores, porque al margen de lo que estas nefastas
ideologías como el carnismo y el especismo imperantes nos hagan creer con todo su
poder y dinero, los medios racionales de información ya nos han dado una
respuesta, que se resume de la siguiente forma:
- Los animales sienten igual que nosotros (hecho incuestionable demostrado por la ciencia en la Declaración de Cambridge sobre la Conciencia Animal que se realizó con fecha 7 de julio del año 2012).
- No necesitamos animales para tener una buena salud (Según la ADA en su opinión publicada en 2009, las dietas vegetarianas bien planificadas son apropiadas para todas las etapas del ciclo vital, incluyendo el embarazo, la lactancia, la infancia, la niñez y la adolescencia, así como para deportistas. Muchas otras organizaciones de Nutrición respaldan la alimentación vegetariana estricta: el Departamento de Agricultura de los EEUU (USDA), la Asociación de Dietistas de Canadá, la Asociación Dietética de Nueva Zelanda, la Fundación Mundial para la Investigación del Cáncer, el Instituto Americano para la Investigación del Cáncer, la Academia Americana de Pediatría, la Federación Española de Dietistas-Nutricionistas (antes Asociación Española de Dietistas-Nutricionistas), el Comité de Médicos por una Medicina Responsable (PCRM), la Organización Mundial de la Salud (OMS), El Ministerio de Salud de Chile (MINSAL), etc.
- Existen sustitutos y alternativas vegetales para todos los alimentos de origen animal, por lo que dejar estos productos no implica que tendremos que dejar nuestros platos habituales.
- Quesos vegetales: https://biotrendies.com/el-queso-vegetal-una-alternativa-saludable-no-solo-para-veganos.html
- Embutidos vegetales: https://www.esalud.com/fiambres-embutidos-vegetales/ ).
Fuentes:
- - Singer, Peter, Liberación Animal, Editorial Trotta, S.A., año1999.
- - Joy, Melanie, Por qué amamos a los perros, nos comemos a los cerdos y nos vestimos con las vacas, tercera edición, año 2015.
- - http://www.igualdadanimal.org/
- - http://www.fao.org/home/es/
- We Animals
- Igualdad Animal
- Camilo Cuevas
- PETA
-